ACEPTE LA CORRECCIÓN DE DIOS

Los creyentes de la Iglesia Cristiana de Todas las Naciones – Tesalónica tuvieron una experiencia especial, ya que presenciaron con sus propios ojos de los milagros que habían leído en el Libro de los Hechos. Llenos de anticipación y determinación, se reunieron para recibir el milagro que buscaban y para sentir la presencia de Jesucristo en sus vidas. ¡Esta experiencia fortaleció su fe y les dio el poder para continuar su viaje espiritual con más coraje y compromiso!

En tal atmósfera de fe y adoración dieron la bienvenida al hombre de Dios Stavros, quien tenía un mensaje de sanación del alma titulado «ACEPTE LA CORRECCIÓN DE DIOS».

Dando un breve ejemplo de cómo los padres disciplinan a sus hijos cuando cometen errores, explicó que es muy importante aceptar la corrección en todas sus formas, sin asumir que lo sabemos todo. Específicamente, tomó su primera cita bíblica de Hebreos 12:6-11, «Porque el Señor disciplina al que ama, y castiga a todos los que acepta como su hijo. Soporta las dificultades como disciplina; Dios los está tratando como a sus hijos. Porque, ¿qué hijos no son disciplinados por su padre? Si no son disciplinados, y todos se someten a disciplina, entonces no son legítimos, no son verdaderos hijos e hijas en absoluto. Además, todos hemos tenido padres humanos que nos disciplinaron y los respetamos por ello. ¡Cuánto más debemos someternos al Padre de los espíritus y vivir! Nos disciplinaron por un corto tiempo, como mejor les pareció; pero Dios nos disciplina para nuestro bien, a fin de que podamos participar de su santidad. Ninguna disciplina parece agradable en ese momento, pero sí dolorosa. Más tarde, sin embargo, produce una cosecha de justicia y paz para aquellos que han sido entrenados por ella».

El siervo de Dios enfatizó que la gracia más grande que Jesucristo nos concedió en la tierra es la oportunidad de corregir nuestros errores. De hecho, aseguró que siempre que estamos a punto de cometer un error o caer en pecado, el Espíritu Santo usa nuestra conciencia para corregirnos. Pero, ¿qué sucede cuando ponemos nuestra conciencia en «silencio»? ¿Cuando una situación insensata llega a nuestras vidas con el fin de corregirnos, y la rechazamos? Tomando como ejemplo al rey David, quiso leer de 2 Samuel 16:5, señalando que incluso el rey David, que no había nadie como él en la tierra, aceptó la instrucción y corrección del Señor con humildad. No se quejó ni se resintió ni por un momento de los insultos que recibió de Shimei. De su actitud, entonces, entendemos que cuando alguien nos corrige, no debemos mirar la cara de quien nos está corrigiendo, sino mirar el mensaje, porque Dios a menudo usa cosas insensatas para avergonzar a los sabios.

Profundizando, dijo que no permitimos que nadie nos corrija debido a nuestro orgullo, incluso cuando esa persona es enviada por Dios. Así, muchas veces, ¡Dios permite que situaciones desagradables nos corrijan! Para concluir, el Profeta animó a los hijos de Dios a aceptar Su corrección, porque cuanto más sean corregido ustedes, ¡mayor será su éxito!

¡LA MALDIJERON POR NO PODER ENCONTRAR MARIDO!

Una maldición es el deseo expresado de causar desgracia y adversidad a una persona. Dicho esto, ¿qué sucede cuando recibes una maldición de tus familiares o incluso conocidos? ¡Estás atado a una esclavitud que solo Jesucristo puede romper en tu vida, a través de la liberación! La Sra. Angela, de Macedonia del Norte, llegó a la Iglesia Cristiana de Todas las Naciones – Tesalónica, dándose cuenta de que necesitaba ser liberada de todo lo que el diablo estaba usando para mantenerla en esclavitud.

Mientras la Profeta Evgenia oraba por la Sra. Angela durante la imposición de manos, le dijo: «¡Veo que tienes una debilidad que tiene que desaparecer, y tiene que ver con los niños! ¡Te atrae tener relaciones! ¡Y eso generalmente existe en la familia! ¡Te diré la raíz! Es la maldición que te han dado. Y la maldición es no dejar que te establezcas con un solo hombre. Es por eso que satanás entra en tus pensamientos. Pero a medida que el Señor te libre a ti y a tu familia, ¡desecharás esos pensamientos! Además, ¡te veo perdido en lo que respecta a tu destino! Te gusta algo, pero no estás 100% seguro de que eso sea lo que es. Ora a Dios, ten una buena relación con Él, y verás cuánto te cambiará, cuánto te revelará las cosas. ¡Te sorprenderás!»

Más tarde, la Sra. Angela comenzó diciendo que se había enfocado en terminar sus estudios, pero en los últimos dos años se le habían acercado varios hombres que querían tener una relación con ella. Por supuesto, a pesar de que muchos hombres se acercaban a ella, de repente se alejaban, porque no podían quedarse con ella por razones inexplicables. Ella no estaba nada contenta con esto…

Con respecto a las maldiciones, agregó que su abuela estaba involucrada en la brujería y causaba cosas malas en la familia. Como resultado, surgieron varios problemas, especialmente con su padre. Sobre él, dijo que hace unos días perdió las ganas de vivir, ¡y no había alegría en él! En general, aparte de su abuela que se dedicaba a la brujería, señalaba que todo el barrio en el que creció estaba involucrado en estas cosas.

Mencionó que no podía entender por qué todo esto estaba sucediendo en su vida; ¡Estaba bastante confundida!

Durante la oración, sintió que algo malo se había ido de su vida, ¡y que cosas nuevas vendrán de ahora en adelante! Ahora sabe que Dios está con ella y que la guiará.

Después del toque ungido que ha recibido, con respecto a su destino divino, buscará lo que ama, ¡y quiere estar segura de lo que va a hacer en el futuro! ¡Ella guardará esta palabra profética en su corazón, será más diligente y se enfocará en Dios para que la dirija!

Teniendo una paz, alivio y libertad indescriptibles, le prometió a Dios Todopoderoso que le serviría por el resto de su vida y que llevaría a más personas al Señor para Su gloria.

¡Solo Jesucristo puede romper toda cadena de maldición en tu vida! ¡El secreto en la arena de la libertad no es suprimir la carne, sino rendirse al Espíritu de Dios! ¡Ríndete a Él!

¡UNA ENFERMEDAD QUE CAUSA DEFORMIDAD DE LAS EXTREMIDADES FUE CANCELADA!

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune grave en la que el cuerpo ataca las articulaciones y las destruye gradualmente. Puede causar deformación de las articulaciones e incluso discapacidad crónica. Incluso obliga a la persona que padece la enfermedad a tomar una medicación fuerte para poder hacer frente al dolor, lo que dificulta la vida cotidiana. La Sra. Nadia, de los Países Bajos, padecía esta enfermedad y los médicos no le daban esperanzas de mejora. Como se mencionó anteriormente, dependía de la medicación diaria para aliviar el dolor y poder moverse. Buscando una solución permanente en el rostro de Jesucristo, visitó la Iglesia Cristiana de Todas las Naciones – Tesalónica, ¡creyendo que Él la sanaría!

Durante la imposición de manos, el Profeta Stavros le dijo: «Hay una cadena de enfermedades que provienen de tus antepasados. Hoy oraremos y, a medida que pase el tiempo, te sentirás cada vez mejor. ¡No te preocupes! Y algunos sueños… Se detendrán hoy, en el nombre de Jesús». ¡Luego, reprendió cada cadena del enemigo en su vida! La Sra. Nadia sintió el poder de Dios durante la oración y después, confirmó la palabra de profecía.

El problema era hereditario, dijo, ya que su madre tenía la misma enfermedad. De hecho, hubo más parientes con problemas de salud en la historia de la familia. Además, la Sra. Nadia a menudo tenía sueños perturbadores con parientes fallecidos, incluida su madre.

La Sra. Nadia se siente mejor ahora y cree que ha recibido sanación y libertad. Finalmente, prometió ser fiel y dar gracias siempre a Dios por todo.

Mientras que la muerte obra en los que actúan en lo físico, la vida obra en los que caminan por fe, ¡porque Jesucristo es el Pan de Vida! Por lo tanto, cuando te mantienes firme en la Palabra de Dios, ningún problema puede realmente dañarte, ¡sino solo glorificar el nombre de Jesucristo!

En las fotos a continuación vemos claramente el poder de Jesucristo obrando poderosamente en la vida de los creyentes, trayendo sanidad, libertad y bendiciones.